El kit de la veterana
Airfix, dentro de su rara gama
Hi-Tech, para el
Jaguar XK-E Hardtop en escala 1:24, es, quizás, uno de los primeros que empecé a montar, ya ni recuerdo hace cuántos años y fue también uno de los primeros proyectos modelísticos en abandonar nada más dar los primeros pasos. La cosa intimidaba.
Pese a su antigüedad fue reeditado por
Gunze Sangyo, marca reconocida y de prestigio en el modelismo plástico (que toma su nombre de los orígenes de la industria química
GSI Creos, de Japón, país donde este hobby es casi una religión). Creo personalmente que este hecho es casi un mérito para esta maqueta en especial que debería de convertirlo en una pieza de coleccionismo de primer orden. Porque además es de esos que conserva ese aire “de antes” que enamora.
Las piezas en plástico apenas son un puñado (carrocería, chasis y poco más), el resto son piezas en metal (aleación de plomo y estaño, dada su ductilidad) y fotograbados para detalles como las llantas, incluyendo alambres y cableado plástico para el detallado. Lo que no quita que se preste a buscar en tu caja de desechos y añadir unos cuantos más.
Su montaje, especialmente la parte de motor, tren delantero, tren trasero y transmisión, cortafuegos, es compleja, trabajosa y hasta sucia para el modelista normal (como yo) que no sobresale por sus acabados exquisitos (como yo, repito).
El pegamento a utilizar, sin duda, es el bicomponente rápido (tipo
Araldite), no recomendando los instantáneos porque las uniones entre piezas de este tipo de aleación se fracturarán fácilmente (sólo es útil en aquellas que encajan con pernos o pasadores). Por supuesto, el bicomponente, mejor el
Rápido, cuya unión es sólida en unos 10 ó 15 minutos. El normal tendrás que esperar 24 horas.
El peso del modelo cuando avanzas en su construcción es considerable (al estilo de los diecast 1:24 de
Franklin Mint, por ejemplo), lo que manejarlo es un quebradero de cabeza. Con un poco de maña y paciencia puedes hacer funcional la dirección (aunque no solidaria con el volante) y desde luego el capó. Merece la pena esto último porque a poco que añadas algo de cableado el resultado es sencillamente espectacular. Es mejor optar por dar un acabado de motor viejo, un clásico bien cuidado pero no pulcro ni impoluto, el material (la aleación) no se presta a eso.
En resumen, un kit complejo, que decido retomar... y que ya me está estresando. Había olvidado esa parte del modelismo, tan divertida y tan de “tirarse de los pelos”. Seguiremos informando.