Opel Blitz TLF 3.6: motor (Italeri 1:24)

Dicen otros aficionados al modelismo de vehículos que se me dan bien los motores. Yo no me lo creo. O no me lo quiero creer. No es falsa humildad, que podría serlo, es más bien exceso de perfeccionismo, complejo hedonista lo llaman, pero no hablo de verse guapo sino de una baja tolerancia a la frustración, a que las cosas no queden perfectas. Es todo un lastre.

Porque al final se trata de unos trocitos de plástico que buscan reproducir, más o menos, a una determinada escala, ese objeto que busca imitar la maqueta. Maqueta que sirve para crear la ilusión de “un mundo en nuestras manos”. Mundo que, en definitiva, no controlamos ni de lejos en lo más mínimo. El hedonista es así. Habla mucho, acuerda con todos y con todo desacuerda, en esa búsqueda de la perfección que no existe. El modelista es hedonista. Pero hedonistas son todos los creativos. Pa'bien o pa'mal. O les quieres o los odias.

Dicho todo lo cual, que no es otra cosa que un desperdicio innecesario de palabras por mi parte y de tiempo por el tuyo, te entro a saco. Esto es lo que hago yo, a día de hoy, con los motores de mis modelos a escala.

Documentación

¿Qué es lo que voy a reproducir? ¿Cómo lo reproduce el kit en cuestión? ¿Qué diferencias hay a nivel visual? Me hago estas preguntas y las intento responder en la medida de lo posible utilizando Google Images, además de leer un poco. En ocasiones lo que necesitas no es la foto exacta de ese mismo motor, valen ítems cercanos que te aclaran esto o aquello. Saber cómo funciona un motor básico también te ayudará a encontrarle sentido a lo que reproduces y como lo reproduces.


Primer paso

Cuando ya voy teniendo claras algunas cosas monto todo el bloque motor y las piezas principales. Para entendernos, las más grandes. Algunas si desencajan mucho con el motor real las puedo rehacer en todo o en parte.

Una vez tengo el bloque, lijadas y enmasilladas las juntas, retocadas algunas piezas, empiezo a añadir cosas. Principalmente cableado.

El resultado final no suele ser una versión concreta y específica sino una mezcla de varias versiones reales. Porque no sólo busco que el motor se acerque al real sino que la miniatura sea realista, y para ello tienes que tomarte ciertas libertades.

Un consejo, tornillería. No se vé pero se nota la presencia una vez terminada y hace que el motor gane mucho. Que pierda las excesivas superficies planas que tiene si sólo montas las piezas del kit.

Más en un motor como el del Opel Blitz, donde la sencillez es la máxima. Aunque también es cierto que enfrentarte a la reproducción de un motor a escala de un automóvil clásico es mucho asequible técnciamente que un moderno fabricado a partir de los 70 del pasado siglo XX. La sencillez vuelve en los grandes monobloques de última generación donde todo queda oculto por grandes carcasas de plástico.



Empezamos a pintar

Cuando ya tengo todo lo principal montado empiezo a pintar. Antes lo hacía al revés, pintaba partes y luego pegaba, pero lo único que conseguía era estropear trabajo previo. Intento, eso sí, no montar piezas que me pueden estorbar al pintar, pero de resto todas las posibles.

Un buen ejemplo es el ventilador, ya que correa, alternador y motor de arranque quedan detrás. El radiador es otra pieza con la que trabajar por separado. Así como algunos conductos y cableados, según su ubicación en el modelo.

Primero lo pinto todo con un color base más oscuro, en este caso negro mate, usando aerógrafo, con acrílicos Model Air de Vallejo. En este punto verás desaparecer las manchas de pegamento y la policromía de todas las piezas que has añadido. Si vas a trabajar en otro color, por ejemplo en los camiones, en un amarillo, verde u otro color claro, pinta la base con un tono ligeramente más oscuro que el recomendado en las instrucciones.

Avanzamos y nos empezamos a entusiarmar. ¿Ya lo has probado? No es tan complejo como parece. Eso sí, insisto en lo del aerógrafo porque tanta superficie con tantas formas diferentes, a pincel, no quedará uniforme. Y la base es importante que quede uniforme.


Pincel seco

Empezamos a divertirnos. En el modelismo militar el pincel seco es una técnica obsoleta. Pero para mí es tremendamente útil ya que los coches, salvo que quieras hacerlos en una situación de abandono, no tienen un degaste tan intenso como el material militar en campo de batalla.

Observe el lector que también es cierto que es de la pocas técnicas sobre las que tengo cierto manejo. Incluso he dejado de usar aguadas o lavados (usar la pintura muy diluida para que se asiente en recovecos y esquinas y crear así sombras o simular manchas de suciedad).

La primera fase de pincel seco es subir un puntito, a ojo, el color base. En este caso una primera mano de pincel seco, no demasiado seco, usando un negro gris de la misma gama Model Air de Vallejo.

Más una segunda pasada de pincel seco, esta vez sí muy seco (que casi ni manche el pincel) con un gris medio cualquiera. Ambas pasadas con pincel, obviamente. Sobra decirlo pero por si acaso. Una vez terminado este paso verás que de un aspecto de juguete pasas a un aspecto realista. El motor gana vida y volumen.


Detallando la pintura

El siguiente paso requiere pinceles muy finos, buen pulso y mucha paciencia, porque hay que pintar y detallar cableados y partes que van a hacer que el conjunto gane vida.

Hasta ahora tienes una pieza con volumen, realista, pero monocromática. Realmente sólo has dado luces. Pero, salvo algún caso excepcional, un motor no es en su conjunto de un único color.

Incluso los más básicos son un conjunto de grises y colores metálicos, brillos y mates. Todo eso es lo que le suma. Prueba cosas como mezclar distintos metalizados como el gun metal (negro fusil), el plata, los cobrizos, el aluminio mate (que a poco que tengas cierto daltonismo lo verás blanco).

También puedes hacer cosas como aplicar pincel seco sobre colores brillantes. Lo que consigues con esto es “satinar” el color y generar contrastes, más acentuar luces en las esquinas y resaltes. Para inspirarte no dudes invertir tiempo en mirar fotografía de motores, no sólo del que reproduces sino de otros de la misma época y tipología. Ni siquiera en los vehículos militares los motores son monocromáticos.



Maximizando el detallado

La última fase es colocar el motor en su hueco, sobre el chasis o sobre la carrocería autoportante, según el caso. Una vez ahí empiezo a añadirle más piezas, cableado y todo lo que se me ocurra. Analizo con el conjunto del modelo que es lo que se va a ver y que no.

Me centro en lo que quedará a la vista porque es lo realmente útil. Con cuidado voy taladrando, pegando y añadiendo. Habrá que retocar aquí y allá, para ello sigo el mismo proceso descrito arriba en la zona que lo necesite. Manguitos y pequeños detalles los simulo con pintura.

El cómo detallar es cuestión de creatividad e ideas. Un buen surtido de despieces de pasadas maquetas ayuda, pero el haber recopilado cosas minúsculas de aquí y de allá te puede dar muchas alegrías. Los modelistas somos ajuntadores de nimiedades. Pero bueno, y quién no lo es en esta vida.

Hay cosas que podemos establecer como básicas:
  1.  El cableado del distribuidor o delco que va a las bujías, por ejemplo, que lo puedes resolver con cable eléctrico muy fino, aunque yo recomiendo pasar por una mercería y comprar hilo de silicona de 0,4 ó 0,5 milímetros (no nylon, que es lo que he usado en el que ves en las fotos, porque es demasiado rígido).
  2. Los conductos del combustible, desde el depósito al filtro y de ahí al carburador también son viables de manera sencilla.
  3. Otro cambio es quitar el plástico de la correa del ventilador y sustituirlo por elástico o cinta de enmascarar que es mucho más fino.
  4. Algo habitual es que el alternator en la pieza de la maqueta quede “al aire”, lo que sería imposible, así que buscar el elemento de sujeción al bloque de motor le aporta. E incluir su cableado eléctrico no estaría de más. Las canalizaciones de la refrigeración al radiador, si no vienen en el kit, esenciales.
  5. Algún detalle en el motor de arranque.
  6. Cableado básico en la batería, así como sujeción al chasis en su ubicación.
  7. Cableado de freno y este hacia la bomba de frenado.
  8. Cableado que va y viene al cortafuegos, que enlaza con velocímetro y resto de indicadores en el salpicadero.
  9. Depósitos de agua y otros líquidos.




Y no hay más... por ahora.


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