El Teide desde la Pista de Fuente Santa (La Guancha)

El domingo pasado llegué a las nueve de la mañana, más o menos, al sitio de Casa la Pradera, un área de descanso en lo alto de la Guancha, a unos 720 metros de altitud, ya dentro del monte de pinar sin embargo. Justo ahí comienza una pista que sube al área recreativa de El Lagar, y de continuar subiendo, a la zona de campamento de Barranco de La Arena y continua ascendiendo hasta llegar a Piedra de Los Pastores.

Cuando salí en la mañana, calurosa, pero no en extremo como había dicho el hombre del tiempo, no vi señalización alguna, pero al llegar al final de la Pista de Fuente Santa, ya en la carretera que va a San José de Los Llanos, para subir luego por la Pista de Arenas Negras y regresar por la Pista de Vergara hacia el punto de partida, me encuentro con una prohibición de estar en el monte por peligro extremo de incendio. La verdad es que no pongo en duda que el peligro exista (existe todo el verano, realmente), pero llegando a Icod el tiempo no era en exceso caluroso y en algunos puntos corría fresco. Ya de regreso, y por la cumbre, se notaba algo más el peso del solajero al medio día. Pero como ocurre todos los días en esta época y en esa zona.

Más vale prevenir que curar, así puede definirse la actual política de nuestro Cabildo. Y no digo que no sea acertada, todo lo contrario. En caso de incendio tener un número indeterminado de senderistas, ciclistas, caballistas, campistas y demás usuarios posibles dentro del monte debe ser algo que pone los pelos de punta a cualquier técnico del Cabildo que deba hacerse cargo de la situación.

Pero... ¿una prohibición tan extrema?

Al regresar, en el Lagar las guardamontes me dieron el alto, me advirtieron que estaba siendo un ciclista malo y de paso me socorrieron con un par de vasos de agua fría (cosa que les agradecí infinitamente), además de un ratito de conversación. No hubo más problemas y fueron amables y atentas en todo momento. Todo hay que decirlo. De allí descender a la Casa La Pradera, coger el coche y salir pitando fue cosa de cinco minutos.

Pero insisto, cerrar todo un monte, de extremo a extremo de la isla, cuando menos, me plantea dudas. Quizás motivadas por la ignorancia.

(Publicado originalmente en el Catálogo de Pistas de Tenerife: PistaDelRayo.es.)

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