¿Qué fue de ArteCar24?
Escala que, si bien en Europa y España no tiene ya tanta repercusión como antaño, ya que fue sustituida “por abajo” por el empuje avasallador de la 1:43 y “por arriba” por la espectacularidad de la 1:18, ahora muy penalizada por la crisis, es una escala reina en USA, la principal en el modelismo estático de vehículos civiles y, pese a todo, sigue estando presente en el diecast. (En general la crisis ha azotado al coleccionismo y al modelismo de igual manera, con numerosas bajas en tiendas, mayoristas y bajas, dejando a salvo -más o menos- el mercadeo entre particulares.)
ArteCar24 era un nick que inventé y que intentaba resumir la idea de coleccionar coches (car), el arte de modelar (arte) y la “e” de electrónico, como en e-mail... así que la cosa quedaba como art-e-car-24. Y el 24 porque todo empezó en esa escala y la primera decisión que tomé fue que mi colección mantuviera una proporción más o menos homogénea. Quizás hubiera sido mejor empezar en la 1:43, por espacio, pero cuando quieres que una moto al lado de un camión tengan sentido visual y ya llevas juntadas unas cuantas piezas, ahí te quedas. Luego me di cuenta que en el coleccionismo, en España y Europa, éramos minoría.
Durante casi 10 años publiqué montajes, propios y ajenos, ya que muchos colaboraban desde España, pero sobre todo desde Latinoamérica, enviando artículos con fotografías y textos; divulgué sobre coleccionismo en muchos sentidos; publiqué sobre automovilismo clásico y antiguo; recopilé historias únicas tanto del coleccionismo como de la automoción canaria. Al final fueron más de 600 artículos. Los más leídos, los tutoriales sobre cómo hacer esto o aquello. Uno muy recordado, el de las visagras de capó de alas de mariposa hechas con latas de cerveza, je.
Pero los intereses personales van cambiando, mi profesión (comunicación y marketing digital) derivó del hacer al emprender. Fui perdiendo interés, o quizás estaba saturado por el hobby, no lo sé. Pero tras varios años de inactividad y de no prestar atención a la web, un buen día, desapareció. Y hoy, gracias (léase con tono de ironía lastimosa) a su pagerank, es una web pirata, una landing page de las que intentan engañar al pobre y despistado internauta que en ella caiga. La verdad es que me arrepiento de haber soltado el dominio. Más porque ni siquiera es recuperable el contenido en archive.org, lo que si es una verdadera pena ya que tenía intención de ir publicando otra vez algún artículo que otro.
Y eso es todo. Ahora toca nuevo capítulo. Empezar de cero. Borrón y cuenta nueva que suele decirse. A ver hasta dónde llega esta nueva andadura en el hobby. Por lo pronto, van tres textos redactados y un primer modelo, el HALO, ya terminado (aunque se salga fuera de lo que era mi línea habitual).