Vauxhall 30/98 1920 (Finecast Models 1:24)
En inglés die significa morir y cast significa lanzar. Por alguna extraña razón que se escapa al sentido común más latino y que sólo se puede entender con algo de flema anglosajona, los términos juntos significan “de fundición (die cast)” y “fundido (die-cast)” haciendo referencia, como adjetivo, y hablando de un objeto de metal a que está formado mediante el vertido de metal fundido en un molde reutilizable; y si se usa como verbo, fabricarlo de la misma manera.
Las miniaturas de automóviles suelen fabricarse de esta manera, añadiendo partes y detalles en plástico y otros materiales. En inglés ambos conceptos se han acercado tanto que si buscas en Google imágenes asociadas a esta palabra casi el 100% serán... réplicas de automóviles a escala.
Y por qué te cuento esto, porque este Vauxhall 30/98 de 1920 en escala 1:24 está construido partiendo de un kit del mismo modelo de South Earstern Finecast Models, una veterana marca inglesa que lanzó en 1958 su primera maqueta, una locomotora, cuyas piezas casi al 100% están fabricadas en metal fundido, white metal para más señas. Un compuesto muy maleable donde el estaño, el cobre o el plomo son los protagonistas.
Desde ese año siguió añadiendo kits a su catálogo, disponiendo hoy de cinco gamas distintas que se siguen produciendo de la misma manera que hace décadas. Entre ellas está la 1:24 AutoKits y la 1:24 Car Kits. El Vauxhall está en esta segunda gama. Lo acompañan otros 7 modelos de vehículos antiguos emblemáticos y el precio del kit ronda los 78 a 89... libras esterlinas, según el modelo. La gama AutoKits es más económica, bueno, hablamos de 52 a 59... libras esterlinas. Tú calcula. Pero si un día puedes permitirte ese lujo, son pequeñas obras de arte, como lo fueron los vehículos que reproducen.
No recuerdo cuando compré la maqueta, junto a otra del Austin 7 de 1925 que aún está esperando a ser montado. Pero desde luego no fue por esos precios. Creo que fue de segunda o tercera mano, en una de esas situaciones curiosas que nos pasan a los coleccionistas en que un tesoro llega a ti gratis o a precios irrisorios. Sí sé cuando lo empecé a montar, más o menos, gracias al histórico de posts del foro MiniRuedas.com, en febrero de 2009. Y cuando lo terminé, más o menos en diciembre de 2010. Unos dos años de trabajo modelístico.
Si me preguntas qué hice y cómo lo hice soy incapaz de recordarlo, pero el kit va más allá del montaje de caja, porque se le añadieron cableados, bombillas en luces delanteras, acetatos para cristales cortavientos laterales y unos cuantos detalles más. La pintura en acrílicos Tamiya en su mayoría, salvo el capó que está el metal pulido, al igual que el radiador. El azul oscuro tiene un barniz posterior pero desde luego no tiene ese acabado caramelo tan característico de la laca automotriz que, por otro lado, tampoco tenían los vehículos originales de la época (auto-justificación al canto, jejeje). Y, por supuesto, el capó funcional, con sus bisagras y tó. Creo que era una de mis firmas como modelista.
Las miniaturas de automóviles suelen fabricarse de esta manera, añadiendo partes y detalles en plástico y otros materiales. En inglés ambos conceptos se han acercado tanto que si buscas en Google imágenes asociadas a esta palabra casi el 100% serán... réplicas de automóviles a escala.
Y por qué te cuento esto, porque este Vauxhall 30/98 de 1920 en escala 1:24 está construido partiendo de un kit del mismo modelo de South Earstern Finecast Models, una veterana marca inglesa que lanzó en 1958 su primera maqueta, una locomotora, cuyas piezas casi al 100% están fabricadas en metal fundido, white metal para más señas. Un compuesto muy maleable donde el estaño, el cobre o el plomo son los protagonistas.
Desde ese año siguió añadiendo kits a su catálogo, disponiendo hoy de cinco gamas distintas que se siguen produciendo de la misma manera que hace décadas. Entre ellas está la 1:24 AutoKits y la 1:24 Car Kits. El Vauxhall está en esta segunda gama. Lo acompañan otros 7 modelos de vehículos antiguos emblemáticos y el precio del kit ronda los 78 a 89... libras esterlinas, según el modelo. La gama AutoKits es más económica, bueno, hablamos de 52 a 59... libras esterlinas. Tú calcula. Pero si un día puedes permitirte ese lujo, son pequeñas obras de arte, como lo fueron los vehículos que reproducen.
No recuerdo cuando compré la maqueta, junto a otra del Austin 7 de 1925 que aún está esperando a ser montado. Pero desde luego no fue por esos precios. Creo que fue de segunda o tercera mano, en una de esas situaciones curiosas que nos pasan a los coleccionistas en que un tesoro llega a ti gratis o a precios irrisorios. Sí sé cuando lo empecé a montar, más o menos, gracias al histórico de posts del foro MiniRuedas.com, en febrero de 2009. Y cuando lo terminé, más o menos en diciembre de 2010. Unos dos años de trabajo modelístico.
Si me preguntas qué hice y cómo lo hice soy incapaz de recordarlo, pero el kit va más allá del montaje de caja, porque se le añadieron cableados, bombillas en luces delanteras, acetatos para cristales cortavientos laterales y unos cuantos detalles más. La pintura en acrílicos Tamiya en su mayoría, salvo el capó que está el metal pulido, al igual que el radiador. El azul oscuro tiene un barniz posterior pero desde luego no tiene ese acabado caramelo tan característico de la laca automotriz que, por otro lado, tampoco tenían los vehículos originales de la época (auto-justificación al canto, jejeje). Y, por supuesto, el capó funcional, con sus bisagras y tó. Creo que era una de mis firmas como modelista.
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