Mortadelo y Filemón y su Guía del motor

Foto de portada de Ediciones B.
Todo aficionado al motor arrejunta libros de coches en uno u otro sentido. Puede que no se considere coleccionista, pero si eres amante de las Harley seguro que tienes varios libracos en casa. Si de los clásicos tienes unos cuantos libros en inglés + alemán + francés con fotos muy chulas. Si te gusta un poco de todo, porque tienes ese defecto, como quien escribe, acabarás llenando una estantería completa de todo tipo de papel vinculado al motor y la historia del automóvil.

Ahora retrocede treinta y cinco años y rememora a un chaval que no compraba cómics de superhéroes sino a Mortadelo y Filemón, apasionado de ese humor a la vez tan niño y tan adulto que sólo Ibañez ha sabido hacer, que refleja ese ser tan nuestro, tan hispano, tan latino, entre lo desastre, lo Lazarillo de Tormes y la capacidad de reírse de uno mismo o de aquello que, se supone, lo define.

Avancemos al hoy, entra en una librería y por unos 13 euros, encuentras una Guía del motor de la eterna Ediciones B, al estilo de esos anti-héroes tan molones. No. Escrita por esos dos adorables impresentables. O mejor dicho, te la encuentran. Y cuando ese niño crecidito llega a casa, después de unas cuantas horas, no muchas, del diario “damned if you do, damned if you don't”, encuentras encima del teclado este librito adorable con una :) en un posit.

Pues eso, qué otra cosa puedes decir... ¡Gracias mi gente!


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