Convierte tu hobby en un negocio digital, 1/3

Tira cómida de Crappula. Clic para ampliar.
No son pocos los amantes de una afición que sueñan con tener un negocio que les permita estar todo el día entre los arrumacos de sus cachivaches favoritos, bien sea un ciclista o un modelista, un buceador o un coleccionista cualquiera. Y no son pocos los que he visto en mi pequeño terruño isleño los que se han liado la manta a la cabeza. Todos, desde el mecánico fanático de los 4x4 que es capaz de diseñar y fabricar su propio vehículo hasta el modelista experto que encuentra en el viejo local del hogar familiar su taller y su tienda, un espacio para sí, cumplen igualmente un proceso que va desde el enamoramiento hasta el hastío. Y entiéndaseme por el significado del RAE y no otro, “aburrimiento muy grande”.

Es normal. Al principio trabajas para otro, con suerte en lo que te gusta pero casi con total certeza en cualquier otra cosa. Te quedas en paro, heredas un no sé qué, te prejubilan o te lías la manta a la cabeza con un préstamo. Por un motivo u otro el fan acaba abriendo un espacio de buceo en un garaje de tal o cual muelle deportivo y embarcándose en una aventura no pocas veces ingrata, costosa y que lo deja, casi siempre, con unas cuantas deudas y embargos encima. Y es que no todos los hobbies y aficiones son iguales, pero de una forma u otra comparten la misma característica general: son caros. Al principio tu negocio te ilusiona pero con los años te va aburriendo profundamente responder (casi) todos los días a las mismas preguntas. Tener una afición no implica tener mano para los negocios.

Internet ha traido una alternativa para muchos apasionados y amantes indecorosos que no saben pensar en otra cosa que su afición, que sueñan con convertirlo en una forma de vida laboral. Si eres de esos que sueñan con algo así te esbozo las claves, los pasos de bebé, la punta del ovillo de la que tirar. Lo primero es saber qué alternativas tienes, que no son muchas, y giran alrededor de: difundir, vender o dinamizar. Empezamos con lo más “fácil” (si lo entrecomillo es por algo, espero se me entienda el doble sentido).

Difundir: el negocio del contenido

Cuando hablo de difundir me refiero a trabajar con el contenido, convertirte en un prescriptor, en un experto en tu materia, en un referente. Para ello necesitas dos cosas, un blog y perfiles sociales (en redes genéricas y en redes o foros verticales -que giran alrededor de tu temática-). Las claves para un buen contenido son: originalidad -no copies-, valor -que tu lector encuentre utilidad-, honestidad -documéntate bien antes de hacer de escribir algo-.

Como plataformas puedes usar Wordpress.com (no reconmendada porque meterá publicidad de la que no verás ningún resultado) y Blogger.com (recomendada porque podrás gestionar la presencia de publicidad y obtener unos euros de ello). Por supuesto hay otras plataformas, pero estas son la pepsi y la cocacola. Luego, si eres avispado o tienes mucho tiempo libre o la tecnología te resulta accesible puedes montarte tu propio weblog, esta vez sí, utilizando el gestor de contenidos Wordpress. Es distinto esto último a lo primero. Una cosa es instalar un Wordpress que manejas a tu antojo en tu propio hosting y otra usar el portal Wordpress.com.

Es importante escribir bien, con buena gramática y ortografía, siendo respetuoso para con el lector y teniendo claro tu segmento. Escribes para el que se inicia y tiene interés (un segmento más amplio) o para el experto o el que desea profundir (un segmento más estrecho). No me malinterpretes, puedes escribir en tu blog para ambos pero no a la misma vez en un mismo texto. Trata temas concretos y evita vagar por las generalidades. Es recomendable cuando escribes, por ejemplo, de la descompresión en inmersiones a gran profundidad o sobre como cambiar un pedalier en una bici de descenso, haber escrito antes sobre lo conceptos básicos de ese mismo tema porque podrás referenciarte a ti mismo (crear enlaces -links- internos), lo que favorece el posicionamiento de tu blog y facilita que el lector permanezca más tiempo leyendo, lo que a su vez genera oportunidades de un clic en la publicidad o el recuerdo de tu marca personal.

En las redes sociales sé respetuoso, acertivo, admite los errores pero evita cometerlos -pensar antes de escribir-. Interactúa con todo tipo de aficionados. Cuando empiezas especialmente con los que ya llevan más tiempo y son un referente. Comportate como un experto desde que empiezas pero evita la arrogancia. Sé natural. Los famosos llegaron allí empezando por el sitio donde tú estás ahora. Invierte tiempo entiendo la plataforma que manejas, unas y otras son similares en estrategia y objetivos pero diferentes en el uso. Observa, aprende pero no temas meter la pata. No pasa nada si mantienes una actitud humilde, pero segura. Sé que estoy siendo sutil y poco concreto en este aspecto, pero si aplicas estos preceptos en tu quehacer diario en tus redes verás los frutos. Tu objetivo es que muchos te sigan, te lean... te escuchen. Y esto no se consigue sólo tecleando sino en el cómo tecleas y lo que tecleas.

Paciencia y constancia, esto es un camino que te va a llevar tiempo. Necesitas aglutinar un volumen de seguidores y lectores para, entonces, monetizar -sacar provecho-. Básicamente desde la difusión sólo puedes obtener dinero por inserción de publicidad directa -bien porque vendas el espacio, como un banner, bien porque uses una plataforma como Google AdSense-. La otra alternativa es convertirte en un prescriptor pero para ello necesitas convertirte en un gran altavoz. Y saber usar ese poder. Vender tu capacidad para difundir a un mal producto es la vía más corta de tirar el trabajo de años a la basura en menos tiempo de lo que tú tardas en pestañear.

Dependiendo de tu hobby es muy probable que todo esto sólo te acabe sirviendo para sacarte unas perrillas extras o producto gratis. Si lo tuyo es la gastronomía o la moda o la automoción, podrías tener un hueco. Si lo tuyo es la entomología ibérica probablemente no te vayas a ganar un sueldo de manera directa pero todo esto te servirá para tener una marca personal, lo que a su vez puede convertirse en una invitación -incluso pagada a dar tal o cual charla-. Cultivar tu marca personal te abre otras puertas. Incluso si optas por la vía de vender (que no trataré aquí sino en otro artículo) con una marca comercial propia, es interesante y recomendable que paralelamente culvites tu reputación como experto.

Por último, aprender los entresijos de cada herramienta (manejar tu blog, una fanpage en Facebook, tu Adsense...) es sólo cuestión de tiempo, asistir a algún cursillo es más que recomendable, leer manuales e investigar un poco ineludible. No son difíciles de utilizar, básicamente se reduce a activar y desactivar cosas. Sólo necesitas entender lo que estás haciendo y su repercusión. Y hay cientos de manuales en la red sobre cada pregunta que se te pase por la mente. O puedes usar los comentarios en este artículo e intentaré ayudarte de la mejor manera posible, orientándote. Pero, porque siempre hay un pero, ten cuidado, o acabarás siendo otro coleccionista o lo quiera que te apasione que habla... de social media o programación HTML. Lo que resulta ridículo.

El siguiente escalón es vender y, lo último, la dinamización, pero eso vendrá otro día.

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