¿Que pasó con el "chasis corto" en el 4x4?
Fuente: http://www.tutorials3d.com/esp/blu_sheet.asp?id=383 |
Aunque el concepto “todo-terreno” no lo inventó Willys con el Jeep, sin duda fue quien le dió forma y lo catapultó al gran público tras la Segunda Guerra Mundial. De esa idea de vehículo duro y de trabajo, adaptable a todo tipo de terrenos, al concepto de SUV, generalizado en los noventa del pasado siglo, pasó medio siglo que dejó sembrada la historia del automóvil con verdaderas leyendas. Y aunque el mercado sigue teniendo verdaderos monstruos 4x4 disponibles, no es menos cierto que el vehículo utilitario deportivo, esa idea de automóvil alto con o sin tracción a las cuatro ruedas y ciertas capacidades off-road han descafeinado la cosa.
Algo que sí que resulta inverosímil es que las marcas hayan dejado atrás el concepto “chasis corto” o “dos puertas”. No hablo tanto de los Patrol, Montero/Pajero o Wrangler de dos puertas todos ellos, que superaban la media de los 4 metros de largo, sino de aquel otro concepto que venía representado por los Samurai (hoy derivados en Jimny), el Vitara, el Terios y tantos otros como el propio RAV4, para muchos el fundador del verdadero significado del concepto SUV. Ese pequeñajo 4x4 potente, con dos puertas, con plazas traseras apretadas, de bajísimo consumo y un escueto maletero, el “ratonero” que llaman los trialeros.
Hoy en día todas estas pequeñas leyendas han evolucionado a una misma idea al punto que casi diría que están dibujados por el mismo ingeniero. Mismas líneas, superan los 4 metros, por supuesto cuatro puertas, más bajos, la tracción integral es casi un extra. En resumen, vehículos familiares un poco más altos. Y creo que es un error, especialmente de Suzuki y Toyota, que con sus Vitara y RAV4 lideraban esa propuesta, porque han dejado huérfano a un sector del mercado, el de aquellos y aquellas que querían o necesitaban un vehículo corto para su día a día, pero cuyo uso mayoritario era en solitario o para dos personas, sin necesidad de espacio de carga y que buscaban un consumo reducido. Los SUV están pasando por el mismo proceso que los automóviles compactos de los segmentos B y C, la homogeneidad, la falta de diferenciación y carácter personal como forma de competir en el mercado. Y eso es el peor pecado de la industria para cualquier aficionado. En otras palabras y a mi modesto entender, las marcas japonesas hoy aburren.
La buena nueva es que nos queda el mercado de segunda mano, con una ingente oferta y unos precios que aunque tendían a subir, en los 4x4 se han mantenido o bajado.
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