El problema no es el IGIC... ¡ES EL DUA!
A ver cómo lo explico, porque a mí me parece un disparate de tamaño tan descomunal, un robo legal y consentido por el Gobierno Autonómico tan detestable, un atentado de tal calibre para el bolsillo del ciudadano canario que me parece increíble la impasividad e indiferencia con la que nos tomamos el asunto. Hace años que expliqué este tema en el blog asociado a la vieja ArteCar24.com, en 2009 (en varias ocasiones) y antes que yo Canarias Bruta en 2007 y el año pasado (2015) volví a resumir la cuestión de las aduanas canarias en este mismo blog.
Bien, te voy a resumir de forma muy clarita la situación (aunque será inevitable extenderse):
[ANTES]
Y no me refiero a la época del Puerto Franco, sino ya en funcionamiento el nuevo modelo impositivo canario basado en el IGIC. El tráfico de mercancía entre particulares o de particulares con tiendas de fuera de Canarias, si no excedía de cierto importe, estaba exento de IGIC y, por añadidura, aunque se debiera hacer el trámite aduanero, no se exigía ni se pedía. A nadie se le había ocurrido tal cosa. Este dato es importante.
[DURANTE]
En algún momento a algún lumbreras de Correos y Telégrafos de España se le ocurrió -o se percató- que ese trámite aduanero era aplicable, pese a la exención, a todo el que introdujera mercancía en las islas. Y eso te incluye a ti cuando comprabas un libro al FNAC o a mí cuando cobraba a Plásticos Santos una maqueta o a la otra cuando compraba una blusa a Venca.
Dicho y hecho. De una manera que a todas luces pareciera aleatoria, a algunas personas sí y a otras no, Correos empezó a extender su correspondiente DUA por 6,30 euros... la gestión (recuerda lo que escribí más arriba) y con un brillante 0 en la casilla de IGIC.
Empezaron las críticas (2006 ó 2007 aproximadamente). Pero eso que les ha resbalado todos estos años y sudado el forro de los... cajones.
[DESPUÉS]
Llega la crisis y primero se baja a un límite de precio de libro (22 euros) la exención para luego finalmente suprimirla. Ahora, la gestión del DUA estaba justificada. ¿No? Aplicándose con mayor rigor y originando circunstancias tan absolutamente rocambolescas como devolver el traje de una boda olvidado en la casa de una hermana, en Madrid, comprado en Canarias... y aplicar DUA e IGIC. Mandar un libro de segunda mano... y aplicar DUA e IGIC. Enviar un juguete de regalo al sobrino que vive en Canarias... y aplicar DUA e IGIC.
La cosa llegó a, sencillamente, separar Canarias de España. Así sigue, pese a todo. Y me refiero a nivel ciudadano, de calle, a ti y de mí, no hablo a nivel empresarial (que lo sufren igualmente, de ahí nuestro alto nivel de coste de vida). De hecho, muchas empresas canarias recurrieron a la trampa alegal de dejar la mercancía en Península, vender y facturar desde aquí -para evitar el IVA- pero enviar desde allí, ahorrando costes, trámites y demás estupideces. Y bien que hacen.
[AHORA]
Hasta el casi-boom del e-commerce no se han querido dar cuenta las administraciones que, sencillamente, estaban coartando el pequeño comercio a distancia, que en Canarias, aunque no medido, es muy relevante, primero como compradores y ahora como potenciales vendedores. Ana Oramas parece haber sido la primera en hablar de ello públicamente en lo que se podría describir como un casi reconocimiento del atropello (supongo que estar en Madrid es lo que tiene). Aunque bien que se guardaba cierta información sobre los costes del DUA a los que tan amablemente se permitía recurrir a las agencias, pero especialmente a Correos.
Por supuesto a Correos todo esto le resbala. Para ellos emitir el puñetero DUA es lo que les da un negocio extra con el que compensan el obligado bajo precio del transporte de mensajería y paquetería hacia y desde Canarias hasta y desde el exterior de las islas.
Pero he aquí algunas circunstancias curiosas. Amazon o AlieExpress parecen estar al margen mientras multitud de pequeños negocios de fuera de las islas publican en su web una nota en su formulario de pedidos que dice “si eres canario, te jodes, no es mi culpa lo de tus aduanas, no te vendo”.
El nuevo Gobierno Autonómico, con el Señor Clavijo al frente, se llenó la boca con la nueva exención hasta los 150 euros en los que, si compras ese libro, esa blusa, ese pendrive, esa maqueta no tienes por qué pagar IGIC. Pero mira tú por donde que “casualmente” se olvida de la cuestión del trámite aduanero, de la gestión, de esos 6, 12, 24 euritos que Correos se lleva al bolsillo por cada paquetito que le da la gana pillar al inspector de turno. Más si es una agencia de aduanas cualquiera.
Un buen amigo de la citada empresa ex-pública me ha dicho que no escriba de esto, que pase por el aro, que no me complique la vida, porque me fichan y en depósito se van a asegurar que todos mis paquetes pasen por las manos del inspector. Así están las cosas. Lo mismo que las empleadas de Correos siguen diciéndole a los ciudadanos en mostrador que esto es cosa del Gobierno, que no es de Correos (tamaña trola, el IGIC sí, la gestión es para tu empresa).
Esa es la realidad. Aunque se subiera la exención a 3.000 euros, aunque se liberara el mercado entre Canarias y Europa... si se mantiene la gestión del despacho de Aduanas -o se sigue imposibilitando, haciendo tremendamente complejo el autodespacho-, cuando compres un libro a una librería especializada, pongamos que por 14 euros, tendrás que pagar otros 12 por un DUA que viene a decir que no tienes que pagar IGIC.
Así de simple. Así de legal es el robo. Yo soy de los que prefiero pagar IGIC, no estar exento, pero a cambio no tener que pagarle a Correos un estúpido DUA. Señor Clavijo, Señora Oramas, creo que la inmensa mayoría de canarios le diría lo mismo.
Bien, te voy a resumir de forma muy clarita la situación (aunque será inevitable extenderse):
[ANTES]
Y no me refiero a la época del Puerto Franco, sino ya en funcionamiento el nuevo modelo impositivo canario basado en el IGIC. El tráfico de mercancía entre particulares o de particulares con tiendas de fuera de Canarias, si no excedía de cierto importe, estaba exento de IGIC y, por añadidura, aunque se debiera hacer el trámite aduanero, no se exigía ni se pedía. A nadie se le había ocurrido tal cosa. Este dato es importante.
Algo que la mayoría ignora es que el trámite aduanero no es un coste o importe que pagues a la Hacienda Canaria sino que es el precio por la gestión -enrevesada intencionadamente, estoy convencido- y que se abona a quien lo gestiona. Para las grandes empresas, habitualmente, la agencia de aduanas (o la empresa transportista que se lo gestione). Para el ciudadano medio, Correos y Telégrafos de España.Ya vamos llegando al asunto.
[DURANTE]
En algún momento a algún lumbreras de Correos y Telégrafos de España se le ocurrió -o se percató- que ese trámite aduanero era aplicable, pese a la exención, a todo el que introdujera mercancía en las islas. Y eso te incluye a ti cuando comprabas un libro al FNAC o a mí cuando cobraba a Plásticos Santos una maqueta o a la otra cuando compraba una blusa a Venca.
Dicho y hecho. De una manera que a todas luces pareciera aleatoria, a algunas personas sí y a otras no, Correos empezó a extender su correspondiente DUA por 6,30 euros... la gestión (recuerda lo que escribí más arriba) y con un brillante 0 en la casilla de IGIC.
Empezaron las críticas (2006 ó 2007 aproximadamente). Pero eso que les ha resbalado todos estos años y sudado el forro de los... cajones.
[DESPUÉS]
Llega la crisis y primero se baja a un límite de precio de libro (22 euros) la exención para luego finalmente suprimirla. Ahora, la gestión del DUA estaba justificada. ¿No? Aplicándose con mayor rigor y originando circunstancias tan absolutamente rocambolescas como devolver el traje de una boda olvidado en la casa de una hermana, en Madrid, comprado en Canarias... y aplicar DUA e IGIC. Mandar un libro de segunda mano... y aplicar DUA e IGIC. Enviar un juguete de regalo al sobrino que vive en Canarias... y aplicar DUA e IGIC.
La cosa llegó a, sencillamente, separar Canarias de España. Así sigue, pese a todo. Y me refiero a nivel ciudadano, de calle, a ti y de mí, no hablo a nivel empresarial (que lo sufren igualmente, de ahí nuestro alto nivel de coste de vida). De hecho, muchas empresas canarias recurrieron a la trampa alegal de dejar la mercancía en Península, vender y facturar desde aquí -para evitar el IVA- pero enviar desde allí, ahorrando costes, trámites y demás estupideces. Y bien que hacen.
[AHORA]
Hasta el casi-boom del e-commerce no se han querido dar cuenta las administraciones que, sencillamente, estaban coartando el pequeño comercio a distancia, que en Canarias, aunque no medido, es muy relevante, primero como compradores y ahora como potenciales vendedores. Ana Oramas parece haber sido la primera en hablar de ello públicamente en lo que se podría describir como un casi reconocimiento del atropello (supongo que estar en Madrid es lo que tiene). Aunque bien que se guardaba cierta información sobre los costes del DUA a los que tan amablemente se permitía recurrir a las agencias, pero especialmente a Correos.
Por supuesto a Correos todo esto le resbala. Para ellos emitir el puñetero DUA es lo que les da un negocio extra con el que compensan el obligado bajo precio del transporte de mensajería y paquetería hacia y desde Canarias hasta y desde el exterior de las islas.
Pero he aquí algunas circunstancias curiosas. Amazon o AlieExpress parecen estar al margen mientras multitud de pequeños negocios de fuera de las islas publican en su web una nota en su formulario de pedidos que dice “si eres canario, te jodes, no es mi culpa lo de tus aduanas, no te vendo”.
El nuevo Gobierno Autonómico, con el Señor Clavijo al frente, se llenó la boca con la nueva exención hasta los 150 euros en los que, si compras ese libro, esa blusa, ese pendrive, esa maqueta no tienes por qué pagar IGIC. Pero mira tú por donde que “casualmente” se olvida de la cuestión del trámite aduanero, de la gestión, de esos 6, 12, 24 euritos que Correos se lleva al bolsillo por cada paquetito que le da la gana pillar al inspector de turno. Más si es una agencia de aduanas cualquiera.
Un buen amigo de la citada empresa ex-pública me ha dicho que no escriba de esto, que pase por el aro, que no me complique la vida, porque me fichan y en depósito se van a asegurar que todos mis paquetes pasen por las manos del inspector. Así están las cosas. Lo mismo que las empleadas de Correos siguen diciéndole a los ciudadanos en mostrador que esto es cosa del Gobierno, que no es de Correos (tamaña trola, el IGIC sí, la gestión es para tu empresa).
Esa es la realidad. Aunque se subiera la exención a 3.000 euros, aunque se liberara el mercado entre Canarias y Europa... si se mantiene la gestión del despacho de Aduanas -o se sigue imposibilitando, haciendo tremendamente complejo el autodespacho-, cuando compres un libro a una librería especializada, pongamos que por 14 euros, tendrás que pagar otros 12 por un DUA que viene a decir que no tienes que pagar IGIC.
Así de simple. Así de legal es el robo. Yo soy de los que prefiero pagar IGIC, no estar exento, pero a cambio no tener que pagarle a Correos un estúpido DUA. Señor Clavijo, Señora Oramas, creo que la inmensa mayoría de canarios le diría lo mismo.
Se puede decir mas ALTO, pero no mas claro. Una vergüenza.
ResponderEliminarSaludos.
Pues sí...
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