La "operación bikini" solo adelgaza tu cartera

Llega el verano y te asalta la publicidad más endiablada con promesas de pérdidas de kilos y una figura esbelta que no has vuelto a tener desde que cumpliste 18 años. Lo llaman operación bikini. Hace no mucho vi en mi ciudad el cartel de una ciudad que iba por ahí, de un gimnasio de esos que está en eterna crisis, con promesas de ponerte en forma en 1 mes (porque para el verano ya no queda más), por 33 euros la mensualidad.
 
Revistas como Hola, EnFemenino y tantas otras dirigidas a un público femenino, vamos a llamarlo tradicional, también se llenan de artículos en esta línea. E incluso algunas publicaciones especializadas no pueden abstraerse de dar al lector lo que el lector (supuestamente) demanda.

Pero todos los profesionales, bien formados, honestos, ya sean estos entrenadores, fisioterapeutas, nutricionistas o endocrinos, te dirán lo mismo. La operación bikini es una estupidez, un engaño del siglo XX para vender pastillas milagrosas, aparatos que dicen obrar maravillas, dietas innovadoras que no se cree ni el gurú de turno que las vende o el nuevo algofit o marca franquiciada de turno.

No señor, adelgazar para estar guapa o guapo, marcar músculos o lucir cinturita en verano, no es tarea de uno o dos meses antes. De hecho, si estás sano y tienes el mobiliario bien colocado en la azotea, es que no debería ser ni siquiera una tarea, ni siquiera algo a plantearse remótamente.



La operación bikini y las personas like

Vamos a crear un término. Lo vamos a llamar #LaPersonaLike. Y la persona like va a ser alguien sano, que no es proclive a la enfermedad común, que tiene la fortaleza suficiente para sufrir un par de pisos sin perder la vida en ello, que puede hacer el amor con su pareja durante 50 minutos sin morir en el intento, que disfruta de los pequeños placeres porque evita los grandes excesos. Dicho esto parece obvio que #LaPersonaDislike será aquella que vive on fire, que se mete todo lo habido y por haber, que se sumerge en los excesos como si no hubiera un mañana, que cree que es inmune a los abusos porque a sus 18 o 25 años aún no nota las consecuencias que más tarde sí que notará.

Pues bien, la operación bikini no existe como necesidad para la persona que se gusta a sí misma, que se cuida y se respeta, que cuida y respeta el continente que lo lleva por esta vida -su cuerpo-, que cuida y respeta el contenido que es llevado por esa misma vida -su mente / alma / llámalo X-. Porque las personas likes podrán tener un poco de sobrepeso, tal vez, pero se sienten fuertes, se ven fuertes, están fuertes, porque procuran una alimentación equilibrada, porque el ejercicio forma parte de su vida al igual que lo es dormir, comer, cepillarse los dientes -y tener a un buen dentista en La Laguna-, levantarse temprano, leer y tantas otras cosas necesarias -las veamos como tales o no-.

Así que, resumiendo, manda a la porra las operaciones bikini, las dietas milagrosas, los aparatos sorprendentes, las pastillas increíbles, los algofit de turno y a todo aquel o aquella que más que tu bienestar lo que busque es adelgazar tu economía. Y concéntrate en cambiar de hábitos de vida, sustituyendo el fumar, los excesos, la alimentación desequilibrada, la incultura por otros hábitos, saludables, que te harán crecer, sentirte mejor, verte mejor, y quererte más.

Comentarios