Ni Google ni a Meta ni a Tiktok ni a YouTube le gusta que tengas muchas aficiones

La verdad es que con la reciente polémica de la filtración de 2.500 páginas sobre el algoritmo de Google, algo sobre lo que el gigante de las búsquedas no se se ha pronunciado si algo se ha demostrado es que como pasa con las redes sociales, NO LES GUSTA LA DIVERSIDAD.

Sí, efectivamente, no les gusta la diversidad.

Por ejemplo, este blog ha sido rechazado varias veces de Google AdSense por contenido de poco valor. Y no es porque el blog tenga contenido de poco valor. Lo que tiene es mucho contenido diverso. A veces extenso, a veces breve.

Porque yo no sé tú pero yo tengo un montón de cosas que me gustan. O más que tener, existen un montón de cosas que mueven mi curiosidad.

Por ejemplo, empezando por el miniaturismo y el modelismo. La representación de cosas a escala intentando ser lo más file posible al objeto real. En mi caso coches. Para ser más preciso, en escala 1:24 (o cercanas, entre 1:22,5 y 1:27). Para ser más exacto, que sean representativos de una etapa de la historia del automóvil.

Y, por consiguiente, también el coleccionismo. Pero no solo de coches a escala, también de libros, figuras de videojuegos que me han apasionado, objetos antiguos. No es que tenga un Síndrome de Diógenes encubierto porque me apabulla el desorden y el amontonamiento. Mis colecciones están debidamente expuestas y ordenadas y limpias. También coleccioné monedas, que tienen que estar por ahí. Y revistas de ciencia cuando era adolescente. De todo.

Pero eso no es lo único que me ha gustado en esta vida. Los deportes al aire libre como el buceo, la apnea, el senderismo, el montañismo, el barranquismo, el trekking pero, sobre todo, el ciclismo de montaña (lo que más he hecho) me han estado acompañando a lo largo de mi vida.

¡Ah! Y ambas cosas, amor por el automóvil y montaña se encontraron en mi pasión por el mundo de los 4X4 y ahora por el mundo de las furgonetas camperizables 4X4.

También me apasiona la tecnología, no solo es mi trabajo, es una de mis pasiones, hacer lo que se puede hacer con un ordenador. También me gusta enseñar y contar historias, algo que este año (¡por fin!) he convertido en una parte de mis tareas habituales y con las que gano algo de dinero.

Me gusta la huerta, la jardinería y la horticultura, algo que tengo donde hacer porque vivo en el campo. Además me crié plantando papas y trigo y piñas de millo (maíz si no eres de Canarias). Aunque durante una buena parte de mi vida (cuando era joven) lo detestaba porque era una obligación.

Me encanta plantar árboles. He plantado decenas en mi parcela y unos cuantos más a hurtadillas fuera de ella.

Me encanta el idealismo, la política (me defino como anarquista domado, por así decirlo, o liberal moderado). No soy extremista. Odio los extremismos y los discursos empaquetados y aún más, sobre cualquier otra cosa, el populismo zafio. Odio el populismo en general, sea de izquierdas -el más inexplicable- o de derechas -el más estúpido-.

Me encanta el emprendimiento y crear nuevos proyectos -aunque tengo el defecto de aburrirme enseguida y pasar a otra cosa-. Me encanta la ciencia y las matemáticas.

Me apasiona el bricolaje y andar con herramientas armando, desarmando, arreglando... ¡o rompiendo!... cosas. Todos los muebles de casa los he armado yo (venían en kit, como los de Ikea). Ninguno se compró ya hecho. Y algunos los he personalizado y modificado.

Me gusta andar de enamoradito con Esther, verla pintar sus cuadros, andar cogiditos de la mano y no dejarla salir de la cama (tú ya me entiendes).

Me encanta la filosofía, muy emparentado con el tema de la política, la reflexión y el debate. Me apasiona el debate y contrastar ideas. No me caso con nadie ni con ningún color ni líder ni tendencia ni facción ni bandera ni ningún bocachancla que quiera sacarme los cuartos con discursos para idiotas.

No sé. Estoy seguro que me dejo muchas cosas en el tintero, como diría Fabián C. Barrios, pero da igual, porque la cuestión es que a Google y a Meta y a TikTok no les gusta las personas como yo.

No les gusta la personas como yo que no tienen cajas estancas muy tematizadas, concretas, específicas y etiquetables.

En general, el mainstream de hoy en día no le gusta nada las personas como yo. No porque sea mejor. Tampoco peor.

Solamente porque no saben como etiquetarnos, donde guardarnos, qué valor aplicar en el algoritmo.

Esto es tan así que en los dichosos papeles de Google se habla de otorgar un valor a la vinculación de las páginas de un sitio web con una temática bajo la que ha sido categorizada, cuán "lejos" o "cerca" está de ese tema central.

Y cuán "lejos" o "cerca" está el sitio en general de alguna temática en concreto. O si no la tiene, lo que lo hace insustancial o "menos recomendable" según el algorrino.

Pero, oye, entiendo que para los programadores es más fácil que todo pueda estar en cajitas y sea clasificable. Me parece bien.

Pero quizás necesiten una caja para los "inclasificables".

Porque eso soy yo.

Inclasificable.

PD: Y eso no significa que sea mejor, ni peor, solo... inclasificable.